Graceling

Kristin Cashore entra al mundo literario con esta obra, la primera de la saga Los Siete Reinos, en la cual se muestran los cambios que una persona puede experimentar si se le permite ser libre para pensar.

Dentro del mundo de los Siete Reinos, los gracelings son personas con un talento extremo, especial, algo así como un don o una gracia. Las gracias son muy variadas, desde capacidades útiles (como las relacionadas con la lucha, esgrima, tiro con arco, mentalismo...) hasta curiosidades o simplemente quebraderos de cabeza (como por ejemplo hablar al revés). La señal que identifica a un graceling es la heterocromía, es decir, tienen cada ojo de un color distinto. A veces, la gracia viene desde el nacimiento y, en otras ocasiones, aparece de pronto. Cuando aparece un graceling, es enviado directamente al castillo del reino donde nacieron, donde se espera qué clase de gracia tiene y, de ser útil, el rey lo utiliza en su beneficio. Si no es un don de utilidad, el graceling es enviado de regreso a su familia.

En esta obra, nos encontramos con Katsa, una graceling con un ojo verde y otro azul al servicio de su tío, el rey Randa de Terramedia, la cual descubrió su gracia por un accidente a los 8 años: mató a su primo de un puñetazo. Desde entonces, el rey la utiliza para ajusticiar a aquellos que escapan de su ley incluso por nimiedades (como cortar un árbol de más y no pagar por ello). Debido a la crueldad de sus actos, intenta mitigar sus remordimientos a través de una organización clandestina que ella misma funda junto al hijo de Randa, su primo Raffin, y algunos hombres más de su confianza, en la cual se promueve la justicia por encima de la crueldad y el abuso de poder. Es en una de las misiones secretas que la llevarán a otro de los reinos que conocerá a otro graceling, Po, la única persona que podrá equipararse a Katsa, con el que acabará formando un fuerte vínculo que ayudará a la dama graceling a conocer mejor el reino en el vive pero también a sí misma.

Kristin nos muestra con esta obra que, a veces, las cosas no son lo que parecen y, por lo tanto, hay que pensarlas detenidamente para, así ser capaces de entendernos mejor a nosotros mismos y también lo que nos rodea.